viernes, 1 de marzo de 2013

17. De vuelta al instituto II


Leer el cuento
Si en el capítulo anterior el cuento estaba escrito en tercera persona omnisciente, ahora correspondía hacerlo en segunda persona. Se hace pesado utilizar este tipo de narrador; tienes que repasar las oraciones una a una para comprobar que lo estás haciendo de la forma correcta. Seguro que algunas se me han escapado. Hay pocas obras escritas con esta característica. Según Esther, tienes que ser muy buen escritor para hacerlo con maestría.

Como el cuento es corto, espero que seáis capaces de soportarlo.

Como recompensa, ahí va un vídeo donde reivindican “We don’t need no education”. Os aconsejo que lo veáis, aunque tarde en cargarse. No sólo por la música. Quizás sea un presagio.



De vuelta al instituto (2ª persona)

Estás sentada en un pupitre del aula de tu hija, esperando que llegue la tutora; bastante imbécil, según tu niña; aunque ya se sabe, para los chicos, todo el que te haga trabajar más de la cuenta es gilipollas. De repente ves que atraviesa la puerta un padre, el primero que entra en la clase, y se te escapan las entrañas cuando te das cuenta de que es Luis, el primer novio que tuviste, cuando ibas al instituto y tenías, más o menos, la edad de tu chica. Concluyes, sin riesgo a equivocarte, que ha continuado con su afición a la cerveza. Esa barriga le delata. Viene para acá; parece que saluda a la señora que está en la fila de atrás, pero no se ha percatado de que eres tú. Se quita la americana, se gira para colocarla en el respaldo y, por fin, te ve.

Le saludas y le das dos besos, mejilla con mejilla; te lo podrías evitar, pero decides que es lo correcto. Al menos huele a colonia, no es de las que más te gusta, un poco antigua, pero aceptable.

Te muestras cortés y, en respuesta a la sorpresa que manifiesta, le cuentas por qué estás aquí.  Piensas que te podías haber ahorrado tanta explicación. No vas a estar aquí para escuchar un concierto, si todos hemos venido a lo mismo.

Como toca, te cuenta el motivo de su presencia. Su hijo va al mismo curso. Y lo que te esperas, ocurre; te dice que nuestros hijos podrían salir juntos, como nos ocurrió a nosotros.

Le dirías que no crees que tu hija sea tan idiota como tú fuiste, por salir con un chulito como él, pero te lo guardas, no es el momento ni el sitio. Le haces ver que ahora las cosas no son como antes y las adolescentes son más maduras.

Te aparecen ráfagas fotográficas en tu memoria y te das cuenta de que, en aquella época, no estaba nada mal. ¡Cuánto ha perdido tu primer chico!  Si tiene la cabeza como un cielo anticiclónico, llena de claros.

Te replica que los sentimientos de las personas siguen siendo los mismos. Y tienes que reconocer, para tus adentros, que lleva razón.

Estás rezando porque llegue la tutora. ¡Por fin! Ya la tenemos aquí. No puede ser. Se te ponen los pelos de punta cuando te fijas en ella. Es idéntica, y habla igual. Va a tener razón tu hija. Nos dice, tan simpática ella, que para asistir a una tutoría, tienes que abonar previamente 20 euros. Esto es un disparate.

Se te hace tardísimo. No te quieres enrollar con él, no te apetece que siga recordándote aquella historia. Seguro que te da la vara ¿Te has fijado cómo te miraba mientras hablaba la Guirre? Apuesto que no le importaría tener algo contigo otra vez. Reconoces que te ha costado tu trabajo mantenerte así de bien; pareces diez años menor que él. Bueno, tú también le has echado alguna ojeada, pero por curiosidad, no por otra cosa.  Aunque sea, te inventas una película para salir pitando. Tus hijos vienen mañana de viaje, pero eso  él no lo sabe y puedes contarle que llegan ahora.

Te dice que su hija se llama Elena, como tú. Esperas que el nombre no sea por…

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6 comentarios:

  1. Estupendo como siempre, el cuento y el video.

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    1. Poner un buen vídeo da resultado. Así te aseguras de que haya algo que guste. Si gusta el cuento, mejor.
      Un beso.

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  2. El nombre era por... Lo que tú y yo sabemos.
    Y es que las que fuímos guerreras, lo seguiremos siendo hasta la tumba, jajajaja.

    Muy bueno, Cuentón.
    Has clavado esa segunda persona de principio a fin.

    Un abrazote

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    1. Es que dejáis una huella indisoluble. Ya lo dijeron los Coz.
      Un beso

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  3. Muy buena la música y muy bueno el cuento. Es cierto, que no se encuentran muchas obras en segunda persona, pero creo que lo has solucionado muy bien. Además, me he reído un montón.
    Saludos!

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    1. Me alegro de que te hayas reído. Con la tercera versión espero que lo hagas también. Un beso.

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